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En el contexto actual, es fundamental reflexionar sobre hacia dónde dirigimos nuestro futuro, ya que compartimos muchos retos, pero no siempre las mismas soluciones. ¿Más o menos sostenibilidad? ¿Liderazgo o reactividad? ¿Transformación del modelo económico o continuar con el actual? ¿Aceleramos o frenamos? ¿Transición o continuidad? ¿Fósiles o renovables?

Las implicaciones para una Europa competitiva tienen múltiples ángulos y puntos de vista. En un momento de intenso debate europeo, comparto algunas reflexiones propias inspiradas en la visión que compartimos en el  Grupo Español de Crecimiento Verde, del que soy miembro fundador y formo parte de su Junta Directiva como Secretaría General Técnica.

El cambio climático es un reto global

El cambio climático es un desafío inminente y la descarbonización es esencial para nuestra supervivencia económica y ambiental. Estamos a tiempo de actuar. Debemos acelerar la acción climática y reducir las emisiones para evitar los peores escenarios.

Apostar por una economía verde y competitiva

La transición hacia una economía verde es una tendencia global inevitable, marcada por una revolución tecnológica e industrial. Quien lidere esta transición y gane competitividad, obtendrá un liderazgo industrial global, estableciendo las bases para una sociedad más próspera. Quizás es cuestión de velocidad, pero no de dirección.

 Apetito inversor por la transición

Necesitamos financiar la transición. La transformación solo ocurrirá si cumple dos condiciones: tiene sentido económico y es justa. Es crucial invertir en escalar tecnologías que no tengan una prima de coste verde y en innovación, especialmente para aquellas que aún no son escalables, creando un entorno propicio que favorezca la inversión privada. El gap de financiación para alcanzar los 1,5°C es enorme, pero las oportunidades de inversión son importantes.

Oportunidad de creación de valor para las empresas

La innovación abre nuevos mercados y clientes, mientras que el alineamiento con los objetivos climáticos globales impulsa tecnologías más eficientes y descarbonizadas. Anticipar regulaciones y adaptarse a los impactos del cambio climático son claves para el éxito empresarial a largo plazo.

Conocer nuestra huella de carbono

Conocer nuestra huella de carbono es el primer paso para gestionarla eficientemente y reducirla progresivamente. La sostenibilidad debe ser un criterio integrador en la selección de proveedores y en el diseño de productos.

Descarbonización: imperativo estratégico

La descarbonización no es solo una necesidad ambiental, sino una oportunidad estratégica para innovar y liderar el mercado. Adoptar tecnologías emergentes es crucial para optimizar procesos y reducir emisiones en toda la cadena de suministro.

Gobernanza climática

Es responsabilidad estratégica del Consejo de Administración fijar ambición, integridad, transparencia, credibilidad y compromiso con la equidad y la justicia en todas las acciones. El cambio de modelo económico es un aspecto estratégico para la visión a futuro del Consejo. Es vital prevenir riesgos y combinar la acción climática con retornos a corto y largo plazo. El Consejo debe velar también por evitar el evitar el greewashing y los litigios que puedan derivarse. Los compromisos Net Zero están siendo investigados por fiscales y activistas, siendo causa creciente de demandas medioambientales.

Regulación y transparencia crecientes

Las empresas tendrán que adoptar medidas para reducir su huella de carbono y las emisiones de gases de efecto invernadero, ya sea por obligación, demanda de la administración, clientes o del mercado financiero. Hay que prepararse para la transparencia y la regulación (CSRD, CS3D, SFDR) ya está aquí.

Llamada a la acción y colaboración

Solo a través de la colaboración entre empresas, gobiernos y la sociedad civil podremos enfrentar efectivamente el desafío del cambio climático. Cambiar el sistema económico no es fácil; la colaboración y las alianzas son fundamentales para abordar desafíos de grandes dimensiones. Me gusta la iniciativa del Suma Net Zero Index que aspira a medir la huella de carbono del ciudadano. Tenemos que involucrar a la ciudadanía y al consumidor y hacerles parte del problema y de la solución.

Conclusión

El crecimiento verde no solo es una necesidad urgente frente a los desafíos climáticos, sino también una oportunidad para que Europa lidere una nueva era de prosperidad sostenible y reindustrialización basada en la nueva economía verde y digital. Adoptar una economía verde, invertir en innovación y fomentar la colaboración entre todos los actores sociales son pasos esenciales para asegurar un futuro competitivo y resiliente.

Los que aspiramos a los mismos objetivos seguimos comprometidos con impulsar esta transformación, convencidos de que el equilibrio entre desarrollo económico y sostenibilidad ambiental es la clave para un mañana más próspero y justo. El camino hacia el crecimiento verde es, sin duda, el camino hacia el éxito.

Mª Luz Castilla Porquet
Consejera y estratega empresarial 
Head of delegation del Grupo Español de Crecimiento Verde en la COP28

sostenibilidad@mariluzcastilla.com